El oro puede adquirir diferentes colores dependiendo de los metales con los que se mezcle.
El oro puro (el de 24 K) siempre es de color amarillo ya que no lleva ningun otro metal y el color del oro por naturaleza es amarillo.
La inconsistencia del oro puro hace que no se pueda trabajar y se ha de mezclar con otros metales para poder crear las joyas. Al proceso de mezclar el oro con otros metales se le llama aleación.
Si mezclamos el oro con metales como el cobre o la plata obtendremos un tono más rosado sin embargo, si lo que buscamos es oro blanco lo hemos de mezclar con platino o paladio. Las proporciones de oro y de otros metales dependera de la pureza que le queramos dar a la joya. Si quisieramos obtener joyas de 14K tendriamos que mezclar 14 partes de oro por 10 de otros metales, o por ejemplo, el tan conocido oro de 18K, seria 18 partes de oro tan sólo 6 de otros metales.
Si bien esas son las aleaciones más comunes, los seis tipos de oro son amarillo, rojo, rosa, blanco, gris y verde y dentro de estos colores existen tonalidades.